Un lunes gris y lluvioso de abril, como no podía ser de otra manera en el mes de lluvia por excelencia, me parece el día perfecto para hablaros de "800gr de Sardines" y de Estel Alcaraz. Ella no sabe nada de este post, pero no podía resistirme más, hace mucho tiempo que quería compartirlo con vosotros.
Nuestras vidas se cruzaron hará casi diez años, cuando empezamos a estudiar juntas en la universidad, y desde entonces aunque hayamos tomado caminos profesionales distintos y no nos veamos a diario como antes, seguimos unidas y seguimos compartiendo momentos, proyectos y, sobre todo, creando recuerdos.
Sé que podría estar horas hablando de ella, de lo creativa, vital, entusiasta, enérgica y buena persona, profesional - y amiga - que es; pero me apetecía que conocierais uno de sus proyectos más especiales y, por qué no decirlo, premiado en varias ocasiones: "Sardines", unas botas de agua enrollables.
La idea de unas botas flexibles surgió de la casualidad, como la mayoría de las cosas buenas que nos pasan; ella estaba en pleno proceso creativo de su proyecto final; sabía que iban a ser unas botas de agua pero el concepto de enrolladas le surgió cuando volvía a casa una tarde de lluvia que la dejó empapada, de pies a cabeza.
"Una tarde, en febrero de 2012, quedé atrapada en un momento de lluvia y tormenta. Andando por las calles observaba mi ropa completamente mojada y notaba como hasta mis calcetines estaban empapados de agua. Apenas llegaba a mi casa cuando observé una botella de agua aplastada. Me pareció interesante ver cómo un volumen puede quedar reducido a una quinta parte cuando se deja de utilizar el producto. En ese momento, me preguntaba, por qué las katiuskas que estaba diseñando no podían reducir su tamaño igual que esa botella de agua".
Lo peculiar de estas botas, a pesar de haber muchas en el mercado, es que se han diseñado específicamente "pensando en un material que tuviera memoria de forma" para soportar bien el plegado. No es añadir una cinta de goma y ya, sino que está todo pensado para que puedas guardarlas enrolladas sin problemas, sin deformaciones y sobre todo, sin problemas de espacio.
Y aunque todavía no se comercializan, estoy segura que lo harán en breve y las Sardines llenarán de color nuestros días grises de lluvia.
¿Conocíais el proyecto? A mi me parece una idea ingeniosa, divertida, con un diseño precioso y, lo más importante, útil.
Imágenes: Cristina Tomas
PD: todas las publicaciones sobre "Sardines" las podéis encontrar en este enlace.
Ostris, qué chulada!!
ResponderEliminar¿a que si? yo estoy deseando que salgan a la luz para hacerme con unos cuantos pares! jajaj
Eliminarun abrazo guapa * *
Que chulada. Me parecen súper útiles. Geniales para meter en la maleta. Cuando viajo a sitios que va a llover mucho nunca meto mis botas de agua por todo el espacio que ocupan. Deseando que salgan al mercado :)
ResponderEliminarPero bueno estas botas están de escándalo. A mí me vendrá genial, teniendo en cuenta el clima de Canarias, que te cae un tremendo chaparrón y luego se queda el día soleado, así las guardo y tan a gusto. Genial proyecto
ResponderEliminarUau ¡ de tu último post me he venido aquí y me he quedado alucinada ¡ me parece un proyecto interesantísimo y que como bien tu dices... llenarán de color nuestros días lluviosos... me encanta la idea de las botas amarillas en un día gris ¿cuándo dice que las saca? ;-)
ResponderEliminar