Soy de las que, a lo largo del tiempo, va guardando y acumulando cosas; a veces no sé muy bien para qué y otras pienso que algo se me ocurrirá para darle un nuevo uso. Para darle más belleza o simplemente para poder seguir utilizándolo.
De esas veces que guardas - cosas "feas" - recordé una vieja caja de cartón llena de corazones que alguien me hizo llegar en su momento. Nunca tiré esa caja pensando en que algún día se transformaría en algo bonito.
Y cuando llegó el día de la madre, a parte de unos regalitos comprados, le preparé esta caja corazón pintada con chalk paint y unas flores. No pueden faltar nunca las flores.
Estaba entre dos colores: el náutico y el oliva. La eterna duda entre el azul turquesa del mar o el verde que me recuerda al bosque y la naturaleza...finalmente, me decidí por el verde porque es color favorito de mi madre.
Lo primero que hice fue limpiar bien la caja y empecé a pintar el interior.
Con dos capas de pintura tanto por fuera como por dentro fueron suficientes para darle esa textura.
Entre capa y capa se debe esperar una hora.
Unas flores del jardín de casa, que previamente había secado, para que le durasen siempre. Y ¡listo!
Sencillo, bonito, económico y con ese aporte artesanal y sentimental que tanto me gusta.
¿Qué os parece?
/ buen fin de semana /
_Silvia
PD: en este enlace podéis encontrar consejos de utilización de chalk paint.
Me ha encantado Silvia, es sencillo pero con un cambio realmente radical y precioso.
ResponderEliminarBesos,
Pedro
Preciosa.
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