Verónica Moar Cerámica

Tengo esa gran debilidad me guío por lo que siento, por lo que me transmiten las personas y las cosas. Llámalo presentimiento, llámalo X.

Y con Verónica Moar me pasó, supongo que estaba predispuesta.  Por aquellas casualidades de la vida se llama como mi hermana, y desde que la encontré me enamoré de su manera de contar las cosas, de lo que hace y de cómo trabaja.

No recuerdo cómo la encontré, ni que estaba buscando hasta dar con ella pero me alegro de que nuestros caminos se cruzasen. Por aquel entonces no tenía blog pero tenía claro que cuando lo tuviese me gustaría compartir su trabajo.

Para quienes no la conozcáis os contaré un poco más sobre ella.

Hace más de cinco años que su vida tomó un rumbo distinto y me comentaba que “en el momento en el que decidí dejar mi trabajo mi cabeza se puso en sintonía con mi cuerpo y empecé a escucharme un poco más, a hacer lo que realmente me apetecía.”

Esa decisión llenó su vida de matices, ilusión y algunos miedos que siguen intactos a día de hoy. Para ella la cerámica “es un proceso que requiere tiempo, reflexión y mimo” cosa que se puede apreciar en cada una de sus creaciones.

Valora mucho “la sencillez y la delicadeza de las cosas hechas con calma” y que los detalles más simples sean los que definan sus piezas “el blanco, los colores suaves, las formas sin demasiados artificios...Y pensar que la gente también lo percibe de esta manera, me hace sentir muy feliz”.

­Para mí, esa sensibilidad, manera de entender la vida, sus piezas hechas a mano y el dar prioridad a la calidad y a los detalles me han atrapado completamente. La adoro.

Aquí os dejo una pequeña selección de su precioso trabajo.

_Silvia

PD: Estoy deseando que imparta algún taller y poder asistir, tiene que ser una gozada verla trabajar.

Imágenes: Verónica Moar