Justo unos minutos antes de dejar el tiempo pasar mirando por la ventana y comer poco a poco hice estas fotografías...
Mientras mis pies descalzos tocan el suelo y me estiro, pienso en qué voy a prepararme hoy para desayunar (si Alejandra puede disfrutar de un desayuno en la cama creo que yo también puedo). Subo la persiana para que entren los primeros rayos de sol y sigo pensando en ese desayuno mientras me dirijo a la cocina, en pijama; abro un par de armarios y cajones en busca de la bandeja de madera que tanto me gusta y que utilizo menos de lo que me gustaría. La tengo.
Cojo de la repisa un par de vasos, uno para el zumo de naranja y el que tiene el fondo azul - que me encanta - para el agua, unos de mis platos preferidos, una servilleta de lino blanco y los cubiertos de plata. Mientras preparo un poco de fruta fresca, pongo a tostar unos segundos el pan. Abro la nevera en busca del jamón dulce y el queso azul. Combo perfecto.
Una vez que lo tengo todo listo vuelvo con cuidado hasta mi habitación para disfrutar del desayuno en la cama tranquilamente, sin sobresaltos, el móvil sigue con internet desconectado y le doy al play de mi lista despierta.
¿Qué os parece? ¿os apuntáis a los desayunos en la cama?
/ buen fin de semana /
_Silvia
PD: confieso que el club del desayuno de Anna, Floureta & mum, también tiene un poco de culpa.
Yo ADORO desayunar en la cama porque significa que tengo tiempo libre jaja
ResponderEliminarMe has dado una envidia tremenda porque además tiene pinta de que lo has disfrutado :)
Por cierto, he descubierto tu blog hace poco y me tiene loca de lo que bonito que es.
:) yo tendré que darle más oportunidades a eso de desayunar en la cama!jejej
Eliminarmuchas gracias Ani!! espero que verte por aquí entonces!!
un abrazo *